Innovación abierta
Un ejercicio de vinculación enfocado en el diseño de soluciones innovadoras para el sector agropecuario.
Tecnología 4 es una materia que se dicta en el quinto año de la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Guiados por el slogan De la idea al prototipo, los estudiantes trabajan en grupos para identificar un problema presente en un sector productivo determinado e idear y diseñar posibles soluciones.
Desde el año 2008, al inicio de cada cursada se invita a distintas organizaciones para que éstas compartan con los estudiantes problemas que se presentan en el sector al que pertenecen.
Este año, tal como ocurrió en 2020, la cátedra volvió a invitar al equipo de Innovación de CREA para que exponga diferentes problemas que se presentan en las actividades agropecuarias. A continuación, se reproduce una charla con los docentes de la materia y con algunos estudiantes con los que el equipo CREA interactuó en forma directa.
-¿Cómo se trabaja en Tecnología 4?
Leonardo Louzau (profesor titular): En esta materia, los estudiantes adquieren los conocimientos necesarios para desarrollar distintos tipos de productos. Les enseñamos a seleccionar las materias primas ideales para cada proyecto introduciéndolos en el mundo de los materiales de disponibilidad comercial, que son, en definitiva, los que van a encontrar en el mercado. Adicionalmente, solicitamos que los prototipos que van a desarrollar sean máquinas.
-¿Cuál es la raíz de este interés en vincularse con instituciones?
-Diego Martin (Jefe de Trabajos Prácticos): En Tecnología 4 impulsamos a los alumnos a desarrollar prototipos útiles; máquinas que puedan generar impacto económico, ambiental y/o social. Y creemos que la única manera de conseguirlo es enfocándose en problemas reales.
-Adrián Teijeiro (Jefe de Trabajos Prácticos): El trabajo que los estudiantes deben realizar para entender y contextualizar los problemas en los que están trabajando les brinda un mayor conocimiento del sector y la actividad en los que se insertan estos problemas.
-¿En qué consisten los prototipos que desarrollaron?
Lena Santos (Integrante del equipo que desarrollo el proyecto Minka): Nuestro proyecto se llama Minka y consiste en una desmalezadora para plantaciones de yerba mate. Posee un mecanismo de acción mixto. Primero realiza un desmalezado mecánico mediante el empleo de cuchillas giratorias que seccionan la parte aérea de las malezas.
-Luisina Rynka (Integrante del equipo que desarrolló el proyecto Muestr.Ar): Nosotros desarrollamos un dispositivo para el muestreo de suelos al que bautizamos Muestr.Ar. Esta máquina propone mecanizar el proceso de muestreo de suelos, reduciendo los tiempos y el esfuerzo que insume esta tarea, mejorando, al mismo tiempo, su precisión.
-¿Qué valor les aportó el equipo de CREA durante el proceso de desarrollo del prototipo?
-Lena Santos: Nos ofrecieron una visión más amplia del problema y de las posibles soluciones. Facilitaron el contacto con personas que tenían expertise en desmalezado eléctrico e hicieron aportes fundamentales para el desarrollo del prototipo.
-Catalina Urízar (Integrante del equipo que desarrolló el proyecto Muestr.Ar): Nos ayudaron a comprender el contexto y entender las particularidades que implica resolver el problema en la práctica. En nuestro caso, nos contactaron con gente que trabaja en laboratorios de análisis de suelos, lo que nos sirvió para entender cómo debían recibir las muestras los encargados de procesarlas.
-¿Qué valor les dan a estos proyectos? ¿Consideran que pueden desarrollarse y constituir una solución real para el agro?
-Lena Santos: Hubo un caso en el que la persona a la que le mostramos el proyecto se emocionó, porque desarrollamos una solución para mejorar una actividad en la que había trabajado toda su vida. Seguramente, si llegáramos a la instancia de construir un prototipo físico, habría mucho por ajustar. Nos quedamos con las ganas de probar cosas en la práctica.
-Leonardo Louzeau: Como docentes, solemos decir que estos desarrollos no constituyen siquiera un prototipo; los denominamos “Modelos de evaluación tecnológica”. Hay muchas cosas por ajustar y corregir antes de que estos modelos se transformen en un prototipo. Todo es posible en función de lo que se esté dispuesto a invertir.
El presente artículo completo puede leerse en la última edición de la Revista CREA.