Argentina: potencial y limitaciones de la avanzada Agrotech
Un trabajo financiado por el BID, en el cual participaron referentes CREA, realizó el primer estudio integral sobre el tema.
“La creación y el crecimiento de empresas con alto potencial son vitales para la sofisticación y diversificación de la economía y para la generación de empleo formal y de calidad”.
Tal es una de las principales conclusiones del trabajo “La revolución Agrotech en la Argentina” editado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual participaron Federico Bert y Gabriel Tinghitella, líder y responsable de Innovación de la unidad de Investigación y Desarrollo de CREA respectivamente.
La creación de nuevas empresas innovadoras (start-ups) permite rejuvenecer el tejido empresarial, incrementar la competencia para la innovación, introducir nuevos productos, servicios y modelos de negocio, crear nuevos mercados y ofrecer soluciones novedosas a problemas emergentes
“No obstante, la cantidad de emprendimientos tecnológicos vinculados al agro (AgTech) es reducida en términos relativos frente a lo que ocurre en otros sectores, como el FinTech o los enfocados en aspectos vinculados a la vida en entornos urbanos, que son mucho más numerosos”, señala del documento.
Por otra parte, el número de emprendimientos tecnológicos se reduce aún más cuando se considera la cantidad de start-ups que “efectivamente se desarrollan sobre la base de problemas u oportunidades reales y concretas de las actividades agropecuarias, con propuestas de valor y con planes de negocios realistas y adecuados a las particularidades de los negocios y a la idiosincrasia de los productores agropecuarios”.
El estudio detectó que existe “cierto nivel de desconexión entre las personas con habilidades para el desarrollo de aplicaciones basadas en nuevas tecnologías digitales (NTD) y el mundo agropecuario” y remarcó que las aplicaciones con propuestas de valor ajustadas a soluciones problemas reales surgieron de nuevas unidades de negocios de empresas tradicionales del sector o bien desarrollos tecnológicos que complementan y amplían la gama de servicios de la tecnología agrícola tradicional (como por ejemplo desarrollos basados en NTD para maquinaria agrícola).
También se detectaron emprendimientos tecnológicos viables a través de propuestas de desarrolladores independientes de NTD que incorporaron veterinarios, ingenieros agrónomos y/o productores agropecuarios en sus equipos o viceversa.
Otra fuente de generación de start-ups enfocadas en resolver problemas reales provino del trabajo de “equipos multidisciplinarios de investigación de universidades o centros de investigación que abordan la resolución de problemas u oportunidades de las actividades agropecuarias, o que se vinculan con productores, profesionales agropecuarios o empresas y organizaciones del sector”.
La publicación –coordinada por M. Carmen Fernández Díez– es producto de un esfuerzo de análisis e investigación del BID llevado a cabo por la División de Conectividad, Mercados y Finanzas (CMF) a través del programa de Cooperación Técnica Regional “Apoyo al financiamiento de Internet de las cosas y nuevas tecnologías para la mejora de la productividad en América Latina y el Caribe”. El documento completo puede verse aquí.