Gestión del riesgo: el aporte del maíz tardío
La irrupción de un cultivo que en pocos años logró cubrir más de la mitad del área nacional del cereal
“Todos tenemos algo por hacer en la gestión del riesgo: desde los productores hasta el Estado. En el último tiempo el productor ha hecho mucho en ese sentido, principalmente ajustando el manejo agronómico”.
Así lo indicó Federico Bert, director del área de Investigación y Desarrollo de CREA, durante una conferencia ofrecida en el Congreso Maizar 2018 realizado en la ciudad de Buenos Aires.
“El maíz tardío es una de las grandes últimas tecnologías más disruptivas surgida en los últimos años y nació para hacer frente a una mayor variabilidad climática”, añadió.
Bert explicó que, si bien con la incorporación del maíz tardío descendió levemente el rinde promedio del cultivo a nivel nacional, los “pisos” de rendimientos se incrementaron y “eso permitió generar un círculo virtuoso porque el maíz pudo comenzar a sembrarse en ambientes dónde antes no se podía, lo que contribuyó a balancear el portofolio agrícola”.
De todas maneras, el crecimiento de la variabilidad climática constituye una amenaza constante contra la sostenibilidad de las empresas agrícolas. En la presente campaña 2017/18 buena parte del área maicera argentina no logrará alcanzar los rendimientos necesarios para cubrir costos de producción (ver gráfico 1).
Bert además comentó que en la gestión del riesgo los productores agrícolas se han tornado más sofisticados en los últimos años al implementar la medición sistemática de las evolución del agua disponible en el suelo y las perspectivas climáticas.
“Logramos incorporar tecnologías de información, algo que permite ajustar el manejo agronómico en función de la evolución de las napas y los pronósticos climáticos de largo plazo”, aseguró el líder del área de Investigación y Desarrollo de CREA.