Pautas para elegir las mejores variedades de soja
Resultados de los ensayos realizados en diferentes ambientes de la zona Norte de Buenos Aires
En los ambientes de alta productividad evaluados los ciclos cortos y medios de cultivares de soja rindieron más que los largos, mientras que en dos de los tres ambientes predefinidos como “baja productividad” los ciclos largos rindieron más que los ciclos cortos y medios (cuadro 1).
Tal es una de las conclusiones que surgieron en los ensayos comparativos de variedades de soja realizados por la región CREA Norte de Buenos Aires, los cuales fueron llevados a cabo por Matías Ermacora (coordinador), Ezequiel Gandino y Máximo Reyes.
En el ciclo 2017/18 se destacaron los cultivares Syn 4×1, DM 46R18sts, DM 40R16sts y DM 4612. Las variedades con menor rendimiento promedio fueron Aw4927Ipro y el testigo en ciclo largo NA5009. Respecto a las novedades y en relación al testigo de referencia, Syn 4×1 y DM 46R18 superaron a sus testigos en los sitios de alta productividad mientras que en los sitios de baja productividad presentaron rendimientos similares o levemente por debajo.
Las variedades que en 2017/18 presentaron los mayores valores promedios de proteína en grano y en la mayoría de los sitios fueron Syn 5×1 y Cz 4306, mientras que DM 4612 y Aw4326Ipro presentaron los valores más altos de aceite y los más bajos de proteína.
Al analizar datos de las últimas dos campañas (2017/18 y 2016/17), se observa que en las variedades de grupo corto se destacó el testigo DM 40R16 sin diferencias significativas con Aw4326Ipro y NS4309. En ciclos medios resaltó el comportamiento del testigo DM 4612 sin diferencias significativas sobre el promedio de las variedades DM46i17 y Cz 4306 (la cual presentó un comportamiento más inestable). Y en ciclos largos y como promedio se destacó Syn 5×1 con diferencias significativas respecto de DM50I17 y el testigo NA5009, fundamentalmente por los rendimientos logrados en ambientes de buena productividad.
Al analizar datos de las últimas once campañas, se evidencia que en el tercio superior de ambientes las diferencias son marcadas a favor de los cultivares de ciclo medio con una ganancia adicional promedio de 440 kg/ha (+9%), mientras que en el tercio medio de ambientes evaluados tal brecha promedio es de 163 kg/ha (+4%). En cambio, en el tercio de productividad inferior la variedad NA 5009 es la que presenta mejor comportamiento con diferencias promedio que alcanzan los 145 kg/ha (+5%). Las líneas de ajuste se cruzan en un nivel de productividad de 3500 kg/ha (ver gráfico 1). En planteos de segunda –como promedio– no se observan diferencias significativas de rendimiento. Vale remarcar que los ambientes en los cuales se distribuyen los ensayos son los mismos en los últimos once años, lo que permite interpretar el impacto de la campaña de soja sobre el rendimiento y sus componentes.
Con el manejo de insectos a partir de la aplicación de dos a tres productos residuales durante el ciclo del cultivo, se despeja el efecto de la tecnología Bt y permite comparar el aporte de la genética al rendimiento. En ese sentido, los ensayos realizados en las últimas cuatro campaña no permiten observar incrementos de rendimiento por parte de variedades que incorporan la tecnología RR2Bt (gráfico 2).
Si bien al analizar el promedio de todas las evaluaciones no se observan diferencias significativas entre variedades con distinto eventos, al abrir los datos por ciclo se evidencian diferencias a favor de variedades con evento RR1 en ciclos cortos y medios, mientras que en ciclos largos las diferencias son a favor de variedades con evento Ipro (gráfico 3).